viernes, 14 de marzo de 2014

QUESADILLA


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    Carla Santini
    Traté de cambiar un algo en los viernes y fui a comer quesadillas. Mauricio, ¿sabías que teníamos uno de los mejores puestos de quesadillas a unos pasitos? ¿Qué otra cosa no sabíamos entonces? Me envolvieron mis quesadillas en unos papelitos estrasa, que viene de strasse que es "calle" en alemán, porque una vez fui a tomar clases de alemán al Goethe Institut en la colonia Roma y por eso sé. Además me dieron unos dulces, dos chiclosos y un chocolate y una mentita, de esas que usan los oficinistas para tapar el aliento. Ya comí mis quesadillas y estoy turbointoxicada, razón por la cual me impresiona de sobremanera poder escribir tan propiamente (probablemente mañana temprano encuentre más de uno, dos o tres errores de ortografía y/o sintaxis (sino, seré invencible))
    Pues bueno, me pregunto qué tanto pasan las cosas, qué tanto crees que creo y cuanto te basas en ese hecho para escribirme o no escribirme, sobrepienso eso, pues no, tampoco yo sé qué pasa ... muy lol, no sé tampoco yo. No sé el camino ni el bla bla bla, tipo que mi idea romántica es construir ves?, no hay nada más bello en la existencia que construir.
    También hay cosas que no puedo nombrar, como lo sagrado, pero al contrario, lo que no es sagrado. Lo vulgar. Como el marido de Anna Karenina en Anna Karenina, cuyo nombre y apellido se repiten, porque en ruso los apellidos vienen del nombre del papá con un -ova para las mujeres y un -ich para los hombres. O sea que yo me apellidaría Miguelova. Y las novias de mis amigos que cambian cada mes o año o día o lustro o lo que sea.
    Y yo me siento tan Luna débil en el agua y la mitología griega del amor eterno incondicional, innacabable ... y el pfff y el yo no conozco el amor y el ya no pasa nada y el todos arrojados en este punto de la Historia y qué horrible haber nacido todos en un mundo como el de "La Broma Infinita" en el que los años son patrocinados por las marcas y ¿es este el discurso dentro del que me inscribo? y entre la contingencia como siempre te digo, a veces no recuerdo tu cara, ¿tú recuerdas la mía? pffffff ...
    La contingencia y la locura. Y viceversa.