La belleza es un acompañante cruel, te mira a los ojos y sabes que no debes codearte mucho con ella, dos semanas después no puedes encontrarte a ti mismo si no es en sus ojos, y Oh! Dios!, sabes que haz caido bajo, lo tiene, y al parecer tomo todos los pinches cursos para usarlo, pero aún así, es un bebé.
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