martes, 17 de abril de 2012

Será que se nota el paso del tiempo, que cierra las cicatrices del alma. Yo como soy discípulo del viento, me siento a esperar que llegue la calma

Alejandro me dijo: Carlita, con el click se te quita así (chasqueó (en mi mente, porque todo era por interné)). Yo pregunté si el click era tacha o algo por el estilo. Él me dijo que no. Dijo que era un toque mágico en la cabeza. Yo pregunté si te podías volver a enamorar con él. Él contestó que obveeeo. Comenzamos a hablar de pleyadian psicomagic stuff. Supe que no era mi terreno de opinión. Concluí: NO ES UNA FIERITA SOLUCIÓN. Supongo que lo más triste del asunto fue la plática de ayer. Cuando uno sabe que de ninguna manera puede ganar, todos sus argumentos se voltean hacia sí mismo como navajas. O mejor dicho como navajazos en la panza que atraviesan el tejido adiposo completito y llegan al hígado, riñones o algún otro órgano vital (cita médica necesaria). Ya no amo, estoy seca desde lo más interno. Sigo instrucciones de manera formidable. Cómo es que han sido estos los meses más tristes y felices al mismo tiempo? .

1 comentario:

Anónimo dijo...

chévere del navajazo,
se vuelve él mismo navaja:
pica tajadas de luna,
más la luna se le acaba;
pica tajadas de canto,
más el canto se le acaba;
pica tajadas de sombra,
más la sombra se le acaba,
y entonces pica que pica
carne de su negra mala.

chévere, nicolás guillén