sábado, 19 de mayo de 2012

Encontré en la noche un árbol

Decidí sacudir el miedo de mi pelaje y salí (como hace mucho tiempo no lo hacía) en la noche. Junto al  ruido de los grillos et de l'eau de la riviere qui courrait dans l'herbe ... seguí una vereda marcada suavemente sobre la tierra.

Ya muy entrada la noche, a esa hora a la que todo parece ser un poco más oscuro, alcancé a ver algo que brillaba; no supe muy bien qué era en un inicio, porque las ramas de los árboles me impedían ver; nevertheless seguí andando hacía lo que creí era un nido de luciérnagas con la esperanza de sorprenderlas en su hora de cópula y comer todas las que pudieran caber en mis fauces.

A medida que me iba acercando pude darme cuenta de que si "eso" era un nido de luciérnagas, superaba por mucho mi tamaño y tal vez no podría comer nada sin salir por lo menos con uno que otro rasguño de las pequeñinas. Aún así decidí acercarme a verlas por puro gusto.

¿Cuál sería mi sorpresa al caer en cuenta de que el bello fulgor que me atraía con fuerza no provenía de una bola de coleopteros argüenderos sino de un árbol grande y bellísimo?

Al encontrarme frente a él, mi primer reacción fue de miedo, así que rápidamente trepé un árbol contiguo y enrollé mi cola para que pareciera una rama más. Estuve observandolo desde ese punto unos minutos. Finalmente decidí que si algo era tan bello no podría lastimarme, o también sí. O no sé muy bien qué pensé. Pero decidí treparlo ahora a él.

Mientras paseaba por sus ramas y enganchaba mis garritas a su piel, el árbol pareció quejarse. No hizo ruido, sólo se movió de forma ligera. Pero fue suficiente y entendí.
Con un salto, regresé al piso y decidí hablarle . En realidad tampoco yo hablé ; porque los felinos no hablamos con árboles, y mucho menos con árboles que brillan, y mucho mucho menos, con árboles que brillan y se quejan por ser trepados ... o sea ... por mí.

El árbol se presentó y yo también me presenté y me dijo quién era y yo dije quién era yo y cuando pregunté por qué brillaba, el árbol me dijo que estaba  chiflada. Yo le pregunté por qué; a lo que el árbol contesto:
"Yo no brillo, tú me ves brillante"
Quiero regresar todas las noches a escuchar al árbol. Quiero echarme sobre sus raíces y sentir el olor que nace de su interior.
Quiero regresar todas las noches a escuchar al árbol. Quiero trepar sus ramas y llegar hasta la punta.
Quiero regresar todas las noches a escuchar al árbol. Quiero conocer todas sus hojas, quiero conocer todas sus ramas, quiero conocer todo el árbol.

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