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Ya no espero a nadie porque mi padre murió.
Se mató lentamente.

Ya no temo que a nadie le pase nada,
porque Gerardo se agarra a madrazos y siempre gana
porque mi hermana vive en un país de güeros en el que es extranjera y feliz
porque mi otra hermana me vale (un comino)
porque mi madre es mi madre y no puede nadie hacerle mal.

Ya no temo de mí porque llevo mucho perdida y sigo amaneciendo todos los días.
Soy una advenediza en todas las vidas, soy una advenediza en mi propia vida.
Nadie me busca, no busco a nadie
Veo pasar frente a mí los correos entre mis hermanas y mi madre deseándose amor y paz, pero nadie me busca a mí, he vuelto-me innecesaria yo misma de mí.
Esto como un plan, para irme.

Siento en el pecho esperanza porque me devuelvistes la pinche puta vida mierdera que me hacia falta y no tengo miedo del abismo, de la muerte, de que me vuelva a tragar el mundo.