¡Qué cadena tan hermosa nos mandó Dios por amor! Con que placer te comparto, este pobre corazón
Hay que querernos siempre así, cuidar nuestro amor chinchilla para que engorde poco a poco, respetarnos y admirarnos como ahorita y si un día nos dejamos de querer hay que saber dejarnos ir con cariño. Te adoro mi niño.
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