jueves, 17 de octubre de 2013

Una carta












Querido Ratita,



Me veo en la necesidad de escribirle una carta para poder expresarle todo lo que por usted siento, mejor dicho, todo lo que usted me hace sentir, mejor dicho, todo lo que usted en mi provoca, mejor dicho todo lo que quiero intentar comunicar por medio de mi carta. 

(Me veo en la necesidad de escribirle una carta para poder) (para poder expresarle)(todo lo que quiero intentar comunicar por medio de mi carta)  

Sé, que nuestros encuentros han sido pocos y breves; sin embargo cada uno ha significado para mí tanto que tal vez las palabras son mucho o muy poco para describirlo, (resta decir que el objetivo de la carta no es ese y que es importante centrarme en el mismo (en el objetivo(de la carta) para no divagar(lo que es fácil))). 

Me imagino recuerda el primero, nevertheless lo exento de haberlo olvidado, pues yo también he olvidado muchas cosas sobre ese breve chispazo de luz llamado vida.
Por importante que fue para mí ese momento, he olvidado por ejemplo, la fecha y la hora. 

Fuimos por una razón yo y por otra usted, Ratita, a una celebración que tuvo lugar en algún lugar de San Jerónimo. La celebración se le hacía a Carlos Paz (a quién yo conocí en el primer año de la universidad) y a Luis (a quien conocí en el último año del liceo), desconozco también el lugar y momento precisos en los que usted, Ratita, Luis y sobre todo Carlos coincidieron, sin embargo sé por una escena más adelante en la película que Carlos y usted no se conocían, por lo que usted no era consciente de que ese lugar era llamado "Casa de Carlos". 

Sin entretener más su valioso tiempo, he de llegar al momento que a esta carta ocupa.

Debo decir que ese día habría yo sufrido algún tipo de decepción, tal vez amorosa, tal vez profesional, tal vez vitalicia ... sin embargo, no es importante el índole de la misma, solo la llamaremos Ladecepción. Es importante no darle un nombre particular, ya que, eso permitiría situarla en un tiempo y un espacio, lo cual no solo no es de la incumbencia de la carta, sino que mermaria el objetivo (Elobjetivo)

Debido a Ladecepción, encontrabame yo triste y desolada, sentimiento ante el cual, siendo como cualquier ser humano, vulnerable y visceral, decidí salir en la noche y hacer lo que en el lenguaje popular es frecuentemente citado como "Entracarse". 

Mi empresa había fracasado en esa ocasión ...

Fue entonces que, en medio de la contingencia de la fugaz locura del perfume efímero de la juventud  lo encontré a usted, Ratita, sentado afuera de la puerta, con sus zapatitos tenis muy juveniles, con su pelito muy despeinado, con sus ojos muy borrachos, con su amigo Marco, conversando ...


¿En qué residió, pues lo original de la imágen?
¡En la conversación!

Hablaba yo del tiempo (llovía) y del tiempo (este momento es único, decía).
Entonces fue cuando usted ignoró mis palabras y siguió conversando con su amigo Marco, quien trataba de seguirme la corriente, como en las películas. 
Seguí intentando demostrar mi punto hasta el cansancio, hasta que usted, Ratita dijo:

-Carla, ¿no crees que solo eres una niña tonta que dice esas cosas porque su posición social le permite divagar borracha?, deberías aprovechar eso para llegar a otras conclusiones. 

Ahhhhhh el súblime placer de la comunicación entre los humanos, ese atisbo de luz que alcanza a vislumbrarse (no por completo(nunca por completo)) entre dos animalitos que hacen más que pisarse las patitas y morderse las orejas. 

Usted, Ratita, me dió tanto en ese instante. 

El discurso, todos inscritos en el discurso, el discurso del amor, el de la moda, el del dinero, el del éxito, el de la moral, el de la correctitud. 

¿Qué nos queda Ratita?
¿Interpretar un papel?
¿Quién debo ser Ratita?
¿Yo?
y ese Yo, es el mismo Yo para usted que para todos.
Ratita, estoy perdida. 

He recordado una escena en mi libro favorito (Frankenstein) en la que Mounstro pregunta a Victor:
¿Por qué si eres honorable ante los hombres no eres honorable conmigo, tu único hijo?

¿Cree usted Ratita, que somos víctimas de lo mismo?
Somos acaso, en tanto que otros justifican y legitiman nuestras acciones ...

Quisiera ser, sin embargo, no sabría ser, no sabría ser libre
Amo el anhelo de libertad, tanto como amo mis cadenas, las cuales, cada día lustro y pulo. 

He sentido ya la gama de sentimientos encasillados por el orden social.
Todos me han decepcionado, el amor, el odio, la furia, la tristeza. 

No sé qué nos queda Ratita, más que descubrir la experiencia humana en todo lo que es. Todo eso que podemos descubrir. 

Espero no haberlo entristecido con mi carta querido, muy querido, muy estimado, Ratita.

Nada me entristecería más que haber actuado (al escribir esto) en detrimento de su pasión vital, por lo que he de decirle que esta carta intenta ser un mensaje de amor, de lucha, de felicidad.

Me despido esperando su respuesta. 

Siempre suya,

C Santini. 




No hay comentarios: