En los viejos volcanes, tamiza tus despojos, y cuando te encuentres bajo el yugo de su poderosa y certera espada. ¡Desnúdate! y dile : La decision fue mia. NO HAY NADIE A QUIEN CULPAR.
Grita a Cristo que en sus envidiosas manos te toma:
Dame en tu caliz a beber, el líquido ambar y perfumado de la vida eterna.
Recuerda que entre nuestros corazones, no habrá quien rompa el lazo,
Que a tu timbre divino nunca le faltará el tono.
Que entre los caballeros, tú eres el único verdadero.
3 comentarios:
hoy le tuve miedo a lo desconocido, corrí sobre una neblina y se apago el sol... me pregunte si estaba soñando o
A huevo, está muy bueno.
Dala.
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