Antes de que te conociera (porque sí, hubo un antes y por lo tanto hubo un después), creo que vivía yo en una cápsula distinta. Hoy que me doy cuenta de zopetón de que ya no te voy a oler los zobacos ni quitarte la cobija me siento triste, pero también contenta, de tener la sapiencia que tengo y los años de hoy.
Adiós Coyote viajero, quedicelkittens que siempre no cruza contigo la carretera 3:
Te deseo bien, te deseo bien, te deseo bien :D))
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